lunes, 6 de agosto de 2012

Rumbo a la misión... ¡¡¡las vacunas!!!

Hola!!!, hoy les quiero contar como me ha ido con los preparativos y hoy toca contarles de las VACUNAS,  cuando uno se va a algún  país diferente, debe cumplir con ciertos requerimientos y en este caso me han puesto ya 2 vacunas, la primera fue contra la fiebre amarilla, la verdad es que no sentí absolutamente nada, bueno aparte tuve una linda compañía de una familia que me apoya mucho en mi viaje y me hicieron reír muchísimo así que creo que me dolió mucho mas la aguja de tanto que me reía cuando me la estaban poniendo.
la segunda vacuna fue una contra 23 enfermedades , en todo este proceso una hermosa hermana que es doctora y que ya se ha ido a las misiones en Africa y que la verdad sin ella todo me hubiera sido un millón de veces mas complicado, sabemos que Dios es el que pone los medios adecuados y en mi caso los puso, pero yo n o sabía l o que vendría, después de que la doctora me pusiera la segunda vacuna, me dijo algo así como-. tendrás ligeras molestias.
La verdad pensé que sería una pequeña ronchita  pero al día siguiente tenía la roncha que casi se unía del hombro al codo como pueden ver en la foto y ese era sólo el principio, ese día era domingo y tenía que ir al servicio y dirigir la alabanza, el brazo cada minuto que pasaba me dolía mas, al llegar a la iglesia les pedí a los hermanos que oraran para que me dejara de doler el brazo y el dolor disminuyo casi en su totalidad así que pude tocar una alabanza en la que Dios bendijo grandemente y se alargó en una hermosa adoración, terminamos y me sentí un poco cansada, pero supuse que fue por que se alargó la alabanza, así que me fui a sentar en la parte trasera del lugar y al poco tiempo de haber iniciado la enseñanza, empece a sentirme mas y mas agotada, después voltee a ver a una hermana que estaba junto a mi y me espanté, les veía los ojos hundidos y rostros extraños, Paty la hermana que colabora conmigo en la alabanza me vio y me tocó, estaba hirviendo tenía una fiebre muy alta así que me fui a mi casa y me recosté los siguientes 5 días fueron para mi un encuentro con Dios en cuanto a fe, las fuerzas literalmente se me acabaron hata para orar, solo en mi mente podía platicar con Dios y hacerle preguntas que El me contestaba con mucho amor y paciencia, a veces solo sentía como las lagrimas me salían por que no tenia fuerzas para llorar, el dolor de huesos era muy fuerte, me llene de ronchas me daba comezón todo el cuerpo, me dio gripe y fiebre y para ponerle una cereza al pastel, no podía mover mi brazo del dolor.
Pero entendí que mi viaje ya había iniciado, la travesía ya estaba en marcha y que Dios me tendría aún mas sorpresas y recordé uno de los versículos que Dios me dio en los días que me hizo el llamado y que es parte de esta pagina.
Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1 Tes 5:24


RUTH

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