jueves, 6 de octubre de 2011

¿Cuanto valoramos Su Palabra?

Que gusto poder compartir con ustedes nuevamente algo, ahora les quiero transcribir un testimonio pequeño de un libro que estoy leyendo y que les recomiendo mucho, la verdad tengo 3 meses leyendolo, pero voy poco a poco digiriendo todo lo que dice entre lineas este hermoso libro que nos deja meditando acerca del cristianismo moderno, bueno no los entretengo mas y les comparto uno de los testimonios que mas me  ha impactado:


Portada del libro
Niña de 16 a 17 años en el Continente Asiático:
Los soldados comunistas descubrieron un estudio bíblico ilegal, mientras el pastor leía la Biblia, hombres con armas automáticas entraron de pronto al lugar, aterrorizando a los creyentes que adoraban. Los comunistas insultaban y amenazaban con matar a todos los cristianos que estaban ahí.


El oficial apuntó con su arma a la cabeza del pastor y le gritó: "entregame tu Biblia".


El pastor le entregó la Biblia, su preciado tesoro con renuencia, el oficial con desprecio la aventó al piso, le echó una feroz mirada a la congregación y dijo "los dejaremos ir, pero antes deben escupir sobre este libro de mentiras, los que rehusen hacerlo, serán ejecutados", los creyentes no tenían otra opción mas que obedecer.


Un soldado apuntó con su arma a un hombre y le dijo "Tu, serás el primero", el hombre se puso de pie y lentamente se arrodilló, a regañadientes escupió sobre la Biblia mientras oraba: "Padre, por favor, perdóname", se levantó y se dirigió a la puerta, los soldados le permitieron salir.


Ahora tu, le dijeron a una mujer. Con lagrimas en los ojos, ella casi no podía hacer lo que el soldado le demandaba, escupió solo un poquito pero fue suficiente, a ella también le permitieron salir.


Entonces se acercó una jovencita calladamente. Henchida de amor por su Señor, se arrodilló y levantó la Biblia, limpió la saliva con su vestido y dijo: "¿que te han hecho Palabra?" Y oró diciendo: "Señor por favor perdónalos".
El soldado comunista colocó su arma sobre la cabeza de la niña y apretó el gatillo.
Así es como terminó la vida de una joven que tal vez tenía muchos planes, metas y anhelos, pero puso primero a Dios, vio lo eterno y lo invaluable que es lo que dejó escrito Dios para nosotros en este libro.
Valoremos el precioso tesoro que tenemos, mientras dura nuestra libertad, aprovechemosla al máximo, por que llegarán días en que tal vez la anhelemos y no la podamos tener, tomemos de ella la bendición diaria, la carta que nuestro amado nos dejó y con la cual obtenemos fuerza para llegar al día de nuestro encuentro con El.
Les mando un gran abrazo.



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