jueves, 22 de enero de 2015

NOTICIAS DESDE EL CAMPO MISIONERO !

“Ve a comprar las papayas”: ¿Fue una voz de mando o fue una voz de Dios?
El niño sabía cuál era la casa donde se venden las papayas. La misionera fue con el niño. El niño se paró en una casa y dijo:
“Mami ésta es la casa, ésta es la casa”. La misionera entró con el niño a la casa donde supuestamente vendían las papayas pero el niño se equivocó y llegó a otro hogar curiosamente donde había un hombre moribundo.
La misionera inquieta por esto fue de nuevo acompañada por otro misionero; baja y visita el hogar. Llegan exactamente cuando la casa estaba siendo visitada por varias personas entre ellas la madre del enfermo, la esposa, la hermana del enfermo, la hija y visitantes. La misionera se queda asombrada de ver un hombre que no hablaba, postrado en el piso moribundo con respiración muy débil, a lo cual pregunta:
“¿qué le pasa al paciente?”- después de un saludo cordial. El paciente al parecer sufre de un cáncer hepático; fue trasladado del hospital más cercano a su casa para que muera en su casa; está por días de morir. De pronto la misionera le dice a la familia:
“Quiero compartirle acerca de Nuestro Señor Jesucristo a este hombre”. La madre del enfermo le dice: “Si quieres hablarle háblale al oído porque casi no escucha”.
Entonces la misionera literalmente tuvo que acostarse para poder hablarle al oído al hombre moribundo de unos 54 años de edad quien tendía en el piso, su cuerpo parecía yacer muerto ya, y además los huesos se sobresaltaban dada la desnutrición del paciente. El misionero que aún no conoce bien el lenguaje se puso a orar en silencio mientras la misionera compartía. Dijo:
“Padre, haz que las palabras de mi hermana traspasen el oído, lleguen hasta el alma del enfermo”.
Ella empezó a hablarle acerca de Jesús y de la necesidad que tenía él de arrepentirse de todos sus pecados pasados explicándole el arrepentimiento, y además hablándole acerca de la esperanza en Cristo Jesús, cuando de pronto súbitamente el hombre como si fuera un milagro, o ¡UN MILAGRO VERDADERO!, despierta, se sienta rápidamente sin ayuda y voltea a ver el rostro de la misionera. La misionera se levanta de su posición y empieza a hablar con este hombre, le empieza a predicar una y otra vez acerca de Jesucristo. Le decía:
“¿me entiende, me escucha?”
El hombre afirmaba con la cabeza y parecía sonreír un poco, parecía que las palabras de la misionera no estaban llegando a los oídos, sino al corazón del hombre. Parecía que el mismo Jesús estaba en ese lugar cuando fue a resucitar a Lázaro, parecía cuando aquel hombre que fue llevado por sus familiares en un camastro para ver a Jesús fue sanado y perdonado. Increíblemente este hombre resucitó de un estado de postración moribundo a un estado de lucidez donde podía escuchar las palabras del mismo Señor Jesucristo, y sonreír con mucha gratitud. Parecía como él estaba esperando que fueran a hablarle del mensaje de Jesucristo. Al ver el milagro, la familia sobresaltada y admirada de lo que puede hacer Jesus, digo:
“nunca habiamos oido hablar de Jesús en este lugar” comento la madre. La hija hizo alucion de su vida en el campo de refugiados durante la guerra y como sufrió pero aun así se sobrepuso al sufrimiento y logro estudiar enfermeria en el campo de refugiados. La esposa del carpintero del barrio, una mujer joven, no podia hablar de la emoción.  La madre agregó, en este lugar jamás nos han hablado de Jesús,
¡ahora entiendo quién es Jesús!
Se hizo una célula tan hermosa para compartir el Evangelio, quedaron las puertas abiertas, el hombre aceptó con claridad el mensaje y además decidió arrepentirse y creer en Jesucristo para salvación eterna. El niño sabía perfectamente cuál era la casa donde se vendían las papayas. Al decir:
“Mami ésta es la casa, ésta es la casa”.
¿El niño se equivocó de casa? o ¿fue Dios quien quiso salvar el alma de ese hombre moribundo?
Estamos seguros que fue Dios porque al día siguiente se fue a visitar otro lugar. Un hospital donde proyectamos la película Jesús y la mujer resultó haber oído acerca de Jesus hace muchos años. Se le llevó la película Jesús, pues daba compasión verla tantos meses hospitalizada, en una posición tan incómoda doblada porque padecía de náuseas y mareos fuertes debido a una severa anemia, no tenía oxígeno en su sangre y batallaba para respirar debido a un cáncer en su cuerpo. Sin mejoría alguna abrió su corazón al mensaje de Jesucristo en una forma real y verdadera y llamó a sus hijas a oír el mensaje.
¡QUE HERMOSO! EN DOS DIAS DOS PERSONAS SE SALVAN.
El tercer día curiosamente sucede otro caso, se visita una paciente enferma. La paciente había estado delirando y además hablando incoherencias por las últimas dos semanas. La habían trasladado a otro hospital donde supuestamente le podían dar una mejor atención, pero lo único que hicieron fue sedarla por esas dos semanas porque nadie podía accesar a ella e iba de un lugar a otro y no la podían controlar. La trajeron de nuevo a su casa, y ese día la misionera fue a visitarla. La misionera, llegando a la casa de esa mujer enferma, recibe noticias de la sobrina de la mujer inestable y le dice:
“Este es el primer día que está lúcida, ahora nos entiende, habla con nosotros, y recibe nuestras indicaciones”
Para lo cual la misionera dijo es tiempo de compartir la Palabra de Dios. Recibió la Palabra de Dios junto con su familia, pero esta paciente recibió el don de la eterna salvación. ¡QUE MARAVILLA EN TRES DIAS CONTINUOS EL ESPIRITU SANTO MOVIENDOSE DIA TRAS DIA EN DIFERENTES LUGARES, CON DIFERENTES NECESIDADES, QUE NECESITABAN OIR LA SALVACION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO! Damos gracias a Dios porque esto sucede justo al final del año 2014.
¿Será esto las arras de un avivamiento glorioso que vamos a ver en esta región en el año 2015?
Oremos, ¡las puertas se están abriendo como nunca antes, las personas están ávidas por oír la palabra de Dios!
Que las bendiciones espirituales y las riquezas en gloria en Cristo Jesús que están almacenadas en los cielos, se abran para que sean derramadas en todos aquellos que siguen fieles al Señor Jesucristo, que siguen al Cordero por donde quiera que vaya.
Que este año encontremos la fortaleza, la virtud, la unidad del cuerpo de Cristo, y que el conocimiento del Cristo vivo sea revelado en el corazón de cada uno de los creyentes para un mover del Espíritu mayor para este año 2015.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito leer eso, ya han pasado varios años. como ha seguido el ministerio?

Pensaba en ti